FIESTA IBICENCA EN ARENALES, UN FINDE FARERO CON PAULI_ Del 22 al 23 septiembre 2018

 Nos vamos a la playa con Paula, ya que está por Elche que menos que aprovechar para pasar juntos, muy juntos, dos días en la autocaravana.

Llegamos a los Arenales del Sol y al comienzo de la avda. principal encontramos un hueco para el Leletemovil y allá que aparcamos, aprovechamos que es buena hora y nos sentamos a cenar un poquito.

Las primas de Susana nos han dicho que había fiesta en uno de los chiringuitos de Arenales, una fiesta ibicenca, es decir, todos de blanco...allá que nos vamos, porqué no???

La fiesta está animada y hay bastante gente, hemos quedado con las primas y sus respectivas parejas y nos hemos pegado unos bailecitos a la luz de la luna...jajaja...y de los mil watios de sonido.

Tras la fiestuqui volvemos a nuestra AC y nos vamos a buscar nuestro sitio privilegiado en las calitas debajo del faro. Allí dormiremos.

Ya por la mañana, Susana se levanta a hacer algo de meditación y yo lo justo para hacer un par de fotos y volverme a la cama, que se está muy agustico.

SELLA Y EL PENYÓ DIVÍ_ Del 1 al 2 de septiembre de 2018

 Pues que suerte poder viajar entre semana y no festivos, en esta ocasión hemos estado circulando con el Leletemovil por unas carreteras super estrechas y con muchos subidones y rezando para no encontrar a nadie de frente.

Lo importante es que al final hemos conseguido llegar hasta el refugio de Sella, que está cerrado no se si por obras o por vacaciones pero allí no había un alma.

Aparcamos a la sombra de unos pinos enormes, muy cerca de las paredes de la roca escuela de escalada, y allí pasamos una noche de lo mejorcito.

Nuestra ruta era la subida al Penyó Diví pero yo no me esperaba que aquello pudiera complicarse tanto por la vía que elegimos subir, así que llegamos hasta un punto que sin conocer y sin llevar nada de material pues no creí conveniente seguir.

Aquí las fotos de este viaje.

Con el Puig Campana de fondo

Aquello empieza a tomar ambiente

Cada vez me va gustando más

Y ahora sí empieza un poco el baile...

Hay pasitos un poco más serios con un patio impresionante, Susana siempre detrás sin desconfiar, soy yo el que no se las tiene todas consigo.

Cada vez está más empinado, yo llevo un track en el GPS así que voy confiado, aunque ya empiezo a tener mis dudas, sobretodo no sabiendo si hay salida limpia desde la cumbre o hay que bajar por el mismo sitio, no llevamos cuerda.

Al final lo hablamos y decidimos no arriesgar más de lo necesario, volver ahora que aún podemos por el mismo sitio y ya si eso, en otra ocasión, y con más previsión, volveremos.

Dicho y hecho, y para gran alivio por mi parte, he de reconocerlo.

Pues eso, que disfrutamos mucho lo que hicimos, y nos quedamos con la satisfacción de no haber sufrido más de lo mandado...jajaja...